Cuando eliges un vehículo SUV, estás eligiendo un compañero de ruta que debe encargarse de ofrecerte comodidad y seguridad a ti y a tu familia. Un SUV combina las cualidades de un auto regular de calle con la potencia y la resistencia de un deportivo: es vehículo dispuesto a llevarte donde desees y como lo desees.
Se trata del auto responsable de transportarte junto a tu familia. Puede que diariamente se encargue de llevar a tus hijos a la escuela o que se le asigne un viaje largo de descanso a la hora de las vacaciones. Lo cierto es que lo que tú estás buscando es la tranquilidad de que puedes confiar en tu SUV para que cuide de tu familia: el vehículo debe ser por sí mismo esa garantía de que, ante cualquier situación, podrá responder con prestancia y precisión. Por eso, asegúrate de que el SUV que elijas cuente con:
Con estos elementos, tu vehículo te ofrece la certeza de que incluso en situaciones extremas, tendrás su respaldo.
Una cosa es que tú y tu familia viajen seguros y otra muy diferente es que viajen cómodos. Principalmente en los viajes largos (pero también en los recorridos cortos dentro la ciudad), es importante que todos se sientan a gusto y disfruten del vehículo que han adquirido con esfuerzo. Tu SUV debería ser ese lugar al que te subes y te ayuda a relajarte luego de un largo día de trabajo. Ese lugar al que tu familia entra alegre, sabiendo que es un bello y confortable espacio para cada uno de los integrantes.
Las características que hacen a la comodidad y al confort que ofrece un SUV pueden ser muchas y de diversos tipos. Aquí tienes algunas que no deberían faltar en la opción que elijas:
Claro que existen otros aspectos de la comodidad y el confort que son importantes: el aire acondicionado, la calefacción, el sistema de suspensión, entre otros. Debes elegir de acuerdo a tus objetivos y gustos.
Puede que tu SUV sea muy seguro y muy cómodo, puede que se ajuste perfectamente a tus expectativas en cuanto a protección y confort de tu familia, pero también es importante que puedas confiar en que no te fallará en la mitad de un viaje, que no se romperá algo de pronto y te dejará varado a mitad de camino.
Es por ese motivo que, según tus intereses y necesidades, deberás elegir un SUV que se adapte al uso que piensas darle. Esto tiene que ver con la potencia del motor y la calidad del vehículo. Si no tienes pensado usarlo para viajes largos, quizás sea conveniente un SUV con un motor más pequeño o con menos potencia, mientras que si su utilidad principal será la de llevarte a ti y a tu familia a destinos lejanos, debes pensar en adquirir un motor de mayor tamaño o con Turbo incorporado.
Por otra parte, es necesario tener en cuenta que no todas las marcas son iguales. Siempre algo puede fallar, pero no es igual tener el respaldo de una compañía mundialmente reconocida o el de una garantía confiable que no tenerlos. Infórmate sobre estos aspectos y sobre la disponibilidad de los repuestos de tu SUV para que te ahorres tiempo valioso y no pases un mal rato.
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